El la penetra por la herida,
una forma de desaparecer sobre las brumas,
volverse luz.
Como un sauce, que cae a al río;
lo busca,
Como se buscan los opuestos.
No nos basta con la sombra de nuestro animal.
Se reitera la pasión sin consuelo.
Hechos de a pedazos de aluminios, platos, ollas.
Nos reflejamos oblicuos,
En las pavas matutinas,
Los bizcochos,
El amor real,
De los lípidos.
Siempre te soñé despierta,
Y ahora estás aquí,
No sé cómo nombrarte.
Puedo decir algunas letras, palabras quizás,
O Silencios;
Por ejemplo,
Dios; Lluvia, Amor, Respiración, eterno.
Esas Respiraciones que ya no son mías,
Sino nuestras,
Y del pequeño travieso,
De las estrellas lejanas.
De la pasión Incongruente
Laura Kisielewsky